Solem, de Yamila Guillermo y Gastón Sánchez, en Galpón Face

Yamila Guillermo y Gastón Sánchez en Solem. Foto: Javier Sabaté.
Una seguidilla de escenas penetrantes que se acercan sin encastrar compone los avatares de dos que se buscan y hasta chocan ferozmente sin terminar de encontrarse. Así transcurre la inquietante Solem, un gran mosaico que se estrena con tres funciones en Galpón Face, los sábados 13, 20 y 27 de abril a las 21 h. Con autoría, interpretación y dirección de Yamila Guillermo y Gastón Sánchez, sintetiza un trabajo conjunto de varios años que revisitan en una charla de feriado por la tarde en una Floresta apacible.

BLE: ¿Cómo inició este trabajo en conjunto?

YG: Hace unos años nos convocó Ana Arzoumanian para trabajar en la presentación de uno de sus libros, Mar negro (2012), y empezamos a investigar el universo de su literatura. Años después, ella publicó Infieles y nos reencontramos. Los dos teníamos ganas de hacer una obra en la que fuéramos intérpretes y directores a la vez. Nos unió primero la literatura de Ana y después empezaron a despertar nuestras propias inquietudes artísticas.

GS: La literatura de Ana gira en torno al genocidio armenio y plantea muchas imágenes corporales, mucha disección del cuerpo: brazo, pierna; sexo, pelea, la guerra, enfrentamientos políticos. Siempre hay una historia de amor entre un hombre y una mujer. Suelen estar en bandos opuestos: él es un soldado enemigo o está relacionado con algo que quedó, que murió. Ellos se aman, se extrañan, se pelean.

BLE: ¿Cómo evolucionó esa búsqueda?

GS: Al principio, cuando bailábamos no nos podíamos separar.

YG: Creo que en ese momento recurríamos a un modo de vincular cuerpos ya conocido; la obra hizo que cada uno se hiciese cargo de sus deseos, como intérpretes y como directores. Eso dio otro modo de vincularnos.

BLE: Trabajan con muchos elementos en escena, ¿qué lugar ocupan en la obra?

GS: A partir de las relaciones en la literatura de Ana empezamos a armar una estructura autónoma, a trabajar con elementos simbólicos, en un primer momento sin narración y hoy con muy poca.

YG: Buscamos que haya una sospecha de relato, que la obra no sea narrativa sino que algo de todos esos íconos o imágenes de la escena generen la sospecha. No queremos que sea lineal temporalmente.

GS: Todos esos elementos que refieren a la pintura, a la religión, a lo prehistórico, bajan a tierra los conflictos que tienen ellos dos, que no son conflictos universales. Fede (Rubi, colaborador artístico), que viene de las artes plásticas, hace hincapié en que los objetos no funcionen como escenografía.

Gastón Sánchez y Yamila Guillermo en Solem. Foto: Javier Sabaté.
BLE: ¿Cómo transitaron la experiencia de interpretar y dirigirse?

GS: En realidad, no estoy tan de acuerdo con la disección entre interpretar y dirigir, entre estar adentro y afuera. Me parece que es un "entre" y me gustan mucho los artistas que son autónomos, no solo en la danza.

YG: Sin embargo hubo momentos en que tuvimos la necesidad de no estar con la mirada tan afuera, aunque como intérprete uno no deja nunca de observarse.

BLE: ¿Recurrieron a otras fuentes después de las novelas de Ana?

GS: Sí, vimos obra de Olivier de Sagazan y de Dimitris Papaioannou, y también de Max Gómez Canle, un pintor argentino que ahora tiene una muestra en el (Museo de Arte) Moderno.

YG: Sus obras son, por ejemplo, paisajes de la naturaleza y, en el medio, un prisma futurista. Además de que conjugaba un poco nuestros gustos y nos aunaba en nuestras inquietudes, nos hizo entender que había algo de la línea del tiempo que queríamos transgredir.

BLE: Parece análogo a lo que ocurre con ellos. La obra genera una inquietud que surge de la posibilidad de un encuentro que no se concreta: ambos transitan los mismos universos, pero a destiempo, y cuando coinciden no parecen lograr comunicarse.

GS: En la música también pasa: conviven Mahler y el tecno, así como se conjugan nuestra ropa deportiva con las esculturas. Es todo muy delicado y muy peligroso, siempre lo dijimos, porque no queremos añadir más artilugios escénicos, pero queremos emocionar, no que haya una distancia extrema. Igual que no queremos narración, pero sí una sospecha.

YG: De ellos surgen todos los trucos que se ven, y ellos son Yamila y Gastón. Queremos que se nos vea laburando en generar todos esos mundos. La idea es también que se pueda elegir qué ver: el artificio o cómo se está haciendo.

* * *

Además de las esperadas funciones en Face, Yamila y Gastón imaginan escenarios alternativos para Solem: espacios blancos, amplios, fabriles o de atmósfera religiosa. Haciendo equilibrio sobre la línea que resguarda la ficción del territorio en el que se la denuncia, construyen universos cautivadores en los que Ella y Él no dejan de nacer; donde encarnan vidas nuevas y ancestrales en las que son siempre otros.

SOLEM

Autores/Intérpretes: Yamila Guillermo y Gastón Exequiel Sanchez
Asistente de dirección: Una Rocca
Asistencia general: Lautaro Almara
Producción: Les solemnes
Música: Gustav Mahler, Biosphere, Christos Hatzis, St. Lawrence String Quartet, Alejandro Kauderer
Escenografia: Roberto Cigarran y Esteban Etcheverry
Fotografía: Javier Sabaté
Colaboración artística: Federico Juan Rubi

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