Heroniña


¿Nace? La heroniña llega a la vida ya dotada de poderes. Abandona con el pecho inflado su pequeño refugio de luz y le hace frente a la oscuridad sin saber lo que es el miedo. Se descubre de a pedazos en esa ceguera posamniótica: nariz, ojo, oreja y, después de un rato, ombligo, pelvis. Se chupa y se muerde y el sonido de sus dientes, de su piel tirante que se suelta y golpea contra el hueso, viaja años luz.


Otras pieles vienen luego; disfraces que la transforman. Juega a ser alta, grande, "artista" (como las que vio en la tele). Crece hasta hacerse inmensa y se vuelve a replegar después, con sus patas de renacuajo, la pelvis bien cerca del suelo, las rodillas de goma. Así anda, baila, se contonea. Es difícil no sentir que mamá la observa, que se mueve un poco para ella, aunque finjan ignorarse.

Pero cuando más gigante resulta es en la soledad de sus recuerdos, que le permiten alcanzar tierras lejanas. Como un telescopio, como un remo, liberado a la inercia de todo su peso, de toda su extensión, el recordar toca cielos y suelos, acorta distancias infinitas, la lleva a momentos imposibles, donde suenan melodías que ya nadie oye, que tal vez ella apenas pueda tararear en la vigilia de un nuevo día.

HERONIÑA 

Origen y dirección general: Fabiana Capriotti
Directores asociados: Carlos Casella, Marina Giancaspro y Lucia Disalvo
Intérprete: Fabiana Capriotti
Espacio y luz: Matias Sendon
Asistente de dirección y producción: Alina Marinelli
Asistente técnico: Adrian Grimozzi
Entrenamiento vocal: Sonia Kovalivker
Hair & make-up: Giovanna Caggiano
Producción: Hacer magia (asuntos de danza) / Fabiana Capriotti
Coproducción: Prodanza. Estudio Fuera de Eje

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