Oceanía



En alguna playa, en algún lugar del mundo, tres viejos conocidos se reencuentran. Con la espuma del mar que rompe contra la orilla llegan los recuerdos de su pasado y la necesidad de embarcarse en un viaje nostálgico. Comparten mucho más que una amistad: los unen (y los separan) lazos amorosos en múltiples sentidos; algunos que los obligan a reencontrarse, otros que los expulsan de ese paréntesis para regresar a sus vidas del presente.


Ese viaje nostálgico por momentos parece regresar tanto al pasado que los personajes no solo recuerdan sino que también rejuvenecen. Vuelven a comportarse como chicos, juegan a que no haya reglas y la corriente los lleve hasta la isla más próxima, a que los encuentre con el cuerpo del otro, el que esté más cerca, para ver qué nuevas maravillas aguardan en ese mundo que creían haber abandonado para siempre.

Esos cuerpos acusan historias que se van develando entre sí: como buenos amigos de la infancia, saben de qué hilo tirar para desmadejar el pasado del otro, para leer entre líneas qué presente viven y cuál quisieran vivir realmente.

La escenografía mutable reconvierte los espacios que, de todos modos, permanecen indefinidos buena parte de la obra, como el océano que siempre trae de la misma forma un agua diferente. El texto está sembrado con guiños personales, no necesariamente en juego para ser reconocidos y construir un personaje sino como caracolas bajo el agua que, según la claridad del agua que traiga la marea, puedan reconocerse.

OCEANÍA

De Francisco Ortiz
Dirección: José Darío Innella
Elenco: Ana Devin (Florencia), Francisco Ortiz (Jano), Gastón Re (Nacho)

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