Preciosura


Un cuerpo solo encarna la realidad de tantos otros. De entre las hojas secas de la naturaleza emerge la niña con la infancia fracturada por un abuso monstruoso, y nace a los horrores de un mundo del que intentará ocultarse.


Su voz cuenta del uno al diez con el rostro entre los brazos, jugando a las escondidas, y los números se van convirtiendo en cada una de las embestidas de su agresor, en cada una de las víctimas que, como ella, serán incentivadas a esconderse de por vida.

Una luz blanca en el medio de la oscuridad delinea el estrecho refugio en el que guarda la inmensidad de su situación. Balbucea a borbotones lo indecible de ese dolor que le arrebató el habla. Las voces del mundo adulto que la silencian y la manipulan se le cuelan en el cuerpo y le salen por la boca, y así se convierte ella misma en la caja de resonancia de las muchas heridas que se acumulan sobre la violencia primera.

Sola, pero atravesada por los discursos y los recuerdos que la rodean, explora los límites de ese universo en miniatura que se construyó, tironeada entre los deseos de quedarse y la necesidad de salir. Su voz despierta en forma de nombres, identidades de mujeres anónimas que va registrando a su paso, develando bajo las hojas, llamando a gritos para invocarlas allí mismo y prevenirlas del olvido.  

Preciosura es una obra corta, unipersonal y valiente: se atreve a un tema complejo desde una construcción sencilla pero contundente que no cae en grandilocuencias. Pequeña e introspectiva, habla de lo innombrable con el lenguaje de la danza, pone el cuerpo en escena y mira entre sus rodillas para nombrar el daño físico y las cicatrices psicológicas y sociales de la violencia de género.

PRECIOSURA

Intérprete: Antonella Posso / Magali Mella (elenco rotativo)
Música Original: Solana Biderman y Aldana Bello 
Coreografía: Pia Rillo y Magalí Mella
Idea y Dirección: Pía Rillo

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