Trust
Dicen que mirar a la
verdad de frente, a la horrenda verdad, paraliza. Trust parece estar
de acuerdo. Sus personajes, que se hablan pero no se comunican, establecen
canales, están conectados entre sí, pero los mensajes que ponen a circular son confusos, no logran
articularse y, cuando se disparan, no tienen interlocutor o tienen
uno que no comprende. Todos cohabitan un tiempo y un espacio, pero no
conviven.
Son miembros de una sociedad pero los lazos que los unen han perdido su eficacia para generar cambios a voluntad. En momentos de suprema angustia, logran entender lo que ocurre a su alrededor, y el resultado es la parálisis: el orden mundial los agobia y las relaciones entre ellos, despojadas de valor, siempre al borde del colapso, los aturden. (No estaría mal, después de citar a la verdad horrorosa, pensar en el nihilismo destructivo.)
Son miembros de una sociedad pero los lazos que los unen han perdido su eficacia para generar cambios a voluntad. En momentos de suprema angustia, logran entender lo que ocurre a su alrededor, y el resultado es la parálisis: el orden mundial los agobia y las relaciones entre ellos, despojadas de valor, siempre al borde del colapso, los aturden. (No estaría mal, después de citar a la verdad horrorosa, pensar en el nihilismo destructivo.)
Trust, del alemán Falk Richter, se traduce al español y al escenario-pasarela del Centro de Experimentación del Teatro Colón para su estreno en la Argentina. Con intérpretes de primera línea, la obra presenta en el marco de la Bienal de Arte Joven Buenos Aires un panorama de derrumbe, un alud ladera abajo por las líneas de los gráficos de valor de acciones y relaciones. El cambio es una posibilidad, la más abrazada por algunos. La permanencia es la otra: conservar el estado de las cosas ante la incógnita de una escena diferente y el temor de abandonar el estado actual.
Las voces se
multiplican y se funden. Al principio, los personajes se muestran
inmersos en un caldo primordial y sus padecimientos son universales.
A lo largo de la obra, que coordina temerariamente música en vivo,
recitación, textos audiovisuales y el propio movimiento de los
cuerpos en escena, esos personajes se indiviualizan. Sus historias,
hasta entonces vagas, comienzan a tomar forma y develan las
dificultades de construir un relato sobre la propia historia y el
cortocircuito entre las versiones de sus protagonistas.
Trust piensa la
confianza y el egoísmo en un mundo de personajes apartados entre sí en el
plano simbólico; un mundo en que los valores económicos son
creaciones ficticias cuya mentira revelada pone en cuestión la
condición de constructo de las propias relaciones interhumanas. No
le falta humor ni agudeza, pero tampoco lucidez.
TRUST
Texto y dirección: Falk Richter